jueves, 12 de abril de 2012

LIBERTAD DE EXPRESION?

A QUIEN JUZGAMOS ES A UNO MISMO
Miremos esta noticia en pleno Siglo XXI

"Cubanos de Miami se moderan, pero viejas heridas siguen abierta
MIAMI (AP) — Ozzie Guillén aprendió que, por más que la comunidad cubana de Miami se haya ido moderando con el paso de los años, el desprecio por Fidel Castro sigue intacto, sobre todo entre los sectores más estridentes del exilio.

Según la revista Time, Gullén, de 48 años y mánager de los Marlins de Miami, dijo en una entrevista en inglés, al reportero, que respetaba a Castro por mantenerse en el poder más de cinco décadas, a pesar de que tanta gente haya querido matarlo.

Afuera del nuevo estadio de los Marlins en la Pequeña Habana, unas 100 personas protestaron y demandaron su renuncia. Antes, Francis Suárez, comisionado de la ciudad de Miami, dijo que Guillén debería ser despedido, y Joe Martínez, presidente de los comisionados en el condado de Miami-Dade, pidió su renuncia.

En una conferencia de prensa, Guillén ofreció disculpas el martes y aseguró que no quiere ni admira a Castro. Indicó que sus palabras fueron malinterpretadas —Time se apega a lo publicado— y que no pudo transmitir en inglés lo que pensó en español, pero asumió la completa responsabilidad por lo que describió como el mayor error de su vida.

Los Marlins suspendieron a Guillén durante cinco partidos por sus comentarios.
Fue el tipo de reacción que se podía esperar en el pasado, pero que sorprende un poco en el presente.

Cuando la salsa cubana y la banda Los Van Van se presentaron en Miami en 1999, más de 4.000 personas se manifestaron y lanzaron basura a quienes acudieron. Sin embargo, una década después, la agrupación musical, que tiene una relación cercana con los hermanos Castro, fue recibida por fanáticos en el aeropuerto mientras que en las carreteras había carteles que promocionaban sus conciertos.

La reacción a las declaraciones de Guillén toca más de una fibra: muchos cubanos se van de la isla por la falta de libertad de expresión y hay quienes se preguntan si no es medio hipócrita cuestionar lo que pueda decir Guillén. Otros se preguntan por qué los equipos no han castigado con la misma severidad a jugadores y managers por asuntos más serios, como manejar estando intoxicados.

Miami todavía es un lugar "donde antes de decir algo, tienes que medir cuidadosamente las posibles consecuencias".

"Fue descuidado", opinó Henry Hoyos, un venezolano de 50 años. Nelson Buitraeo, un nicaragüense que ha vivido 22 años en Miami, opina que ambas partes están mal: Guillén por ser insensible a la comunidad donde vive y la comunidad por no ser más tolerante con otros puntos de vista.

"Este es un país libre y tiene que haber libertad de expresión", dijo".

¿Donde esta la libertad de expresión? Tan igual sucede en cuba con el pueblo cubano, igual sucede en el exilio cubano de Miami-No se si en otros grupos exiliados cubanos de otros países, pues no he estado allí cerca-.
En pleno Siglo XXI, el odio, la venganza y el rencor, mueve fibras que cada vez se suman de dolor de patria, que mueve hilos conductores de poder invisible, que coarta la libertad de la libre expresión.

Me parece traído de una época de cientos de años atrás, donde los unos callaban y gobernaban la vida de los otros, en un desacierto que obligada a que la libre expresión se limitara al interés de unos pocos, quienes dejaban o expulsaban a quienes no estuvieran de acuerdo con sus intereses propios egoístas.
Pero hoy, aun se ve reflejada esta idiosincrasia, tal como lo detalla la noticia, haciendo que una idea bien expresada, sin malicia y con caballerosidad, que lo único que expresa es el respeto por la condición humana, sea esta cual sea y lleve el nombre que lleve, no es amañada a intereses personales o políticos, y menos lo que esta representa.

Donde, en que país, en que lugar sobre este planeta tierra, se conserva la cultura del respeto por la condición humana sin que este condicionada a las envestiduras fascistas o dictatoriales? En ningún lugar con contadas excepciones. Esto se ha tomado como una regla de sociedad, pero una sociedad decrepita, mandada a recoger, porque es la que crea la guerra, genera el odio, la división, tan igual a como es a quien se critica y se odia.
El odio es como el cáncer, carcome por dentro, destruye desde adentro muy silenciosamente, matando primero a quien lo siente y genera ante cualquier dictador que es el último que cae.

Hay que recuperar los verdaderos principios humanos, y estos empiezan recuperando el respeto humano para cualquier persona, sin importar su envestidura. Y aquí, esta la expresión sabia: "Quien este libre de pecado que tire la primera piedra" pero en medio de las piedras nos escondemos para tirar la primera, porque nadie muestra su verdadera cara destructiva, haciendo que otros que actúan sin malicia y con mucho respeto, tengan que resarcirse de la verdad que sienten y han expresado.

La historia se repite, y parece que la inquilino ya es historia, pero en el paredón igual se coloca a quien como Galileo Galilei solo expresa su verdad. Respétese por favor esa verdad, pues a nadie esta haciendo daño. Solo toca heridas abiertas, pero son heridas de odio que cada quien mantiene porque quiere, alimentado de venganza, odio, muerte y guerra, que arrastran, tan igual a su semejante, pues lo único que esto demuestra, es que nadie es diferente al otro, y solo se le hace honor por los mismos procederes con quienes nos rodea.

Gracias

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